EL ACOSO INMOBILIARIO


El acoso inmobiliario consiste en ejercitar hostigamiento para provocar la auto privación del derecho al disfrute de una vivienda en propiedad o arrendada. Su finalidad es el enriquecimiento torticero.




También se conoce como mobbing inmobiliario o blockbusting. Lo que se busca es perturbar al poseedor, propietario o arrendatario en el uso pacífico de la vivienda, creando un entorno hostil e inadecuado. Este ambiente puede ser de naturaleza material, personal o social e impide una estancia tranquila en la casa

La finalidad de este comportamiento adverso es obligar a la persona que vive en la propiedad a tomar una decisión indeseada sobre su derecho a ocupar la vivienda. Lo más habitual frente al acoso es que se acabe abandonando la casa. Esto es, se busca el desahucio de la persona ante una aparente legalidad.


ALGUNAS CARACTERISTICAS DEL ACOSO INMOBILIARIO


  • Impago de facturas de los suministros de agua, luz o gas, por lo que se interrumpen estos servicios en el hogar.

  • Alquilar pisos o casas cercanas a personas que puedan causar ciertas molestias graves al inquilino habitual.

  • No realizar el mantenimiento necesario, como reparaciones que provocan la una habitabilidad inadecuada, e incluso la ruina del edificio.

  • Causar daños en la propiedad con dolo.

  • Negarse a cobrar el pago de la cantidad fijada en el contrato de arrendamiento.



Estas conductas pueden llevarse a cabo por particulares, pero también por grandes constructoras o promotores inmobiliarios. Estos últimos buscan deshabitar un determinado edificio para derruirlo y construir nuevas propiedades inmobiliarias que les proporcionarán más beneficios.

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